sábado, 27 de agosto de 2011

Castañar del Tiemblo

El Castañar de El Tiemblo es uno de los más antiguos de Europa, ubicado en la reserva natural del Valle de Iruelas, declarado Z.E.P.A. (Zona de Especial Protección para las Aves), por poseer una de las mas númerosas poblaciones de Buitre Negro y Buitre Leonado, ademas de algunas parejas de Águila Imperial.

Tipo de marcha: Circular
Distancia: 5 Km
Desnivel acumulado: 200 m. de subida + 200 m. de bajada

Una ruta fundamentalmente para ir con la familia. De esas para coger a los niños y a los abuelos, si todavía están para caminar una hora. Eso es lo que dura la marcha y es ideal para realizarla en otoño, aunque la podremos realizar en cualquier fecha del año.  Es lo que tiene un bosque como el de esta ruta, que se disfruta en las cuatro estaciones. En otoño es posible que nos encontremos con un control de acceso instalado por el ayuntamiento, que trata de limitar el numero de visitantes para no saturar el lugar y de hacer supongo algo de caja. Documento del ayuntamiento del Tiemblo. Imagino que estará vigente. Un reportaje de El Mundo, nos da información del lugar y nos aporta un Decálogo ético para la visita de bosques y árboles monumentales.

El acceso al castañar se realiza desde la misma localidad del tiemblo, por una carretera que al poco se convierte en camino, ascendiendo la garganta de la Yedra serpenteando por un fragante bosque de pino resinero, no tiene demasiada perdida pues todo el mundo lo conoce y esta bien indicado. El camino nos llevará a una zona con tres pequeños aparcamientos y desde allí parte la ruta. Se inicia cruzando un pequeño puente peatonal sobre un arroyo y continua por una senda ancha bien marcada con balizas señalizadas con las conocidas señales amarillas y blancas indicadoras de sendero de pequeño recorrido PR-AV54 y que nos introduce en el bosque.



No vamos a tener ninguna dificultad en seguir el camino, está muy transitado. Así que no queda mas que caminar y gozar con las sensaciones que produce el bosque, los colores, los olores. A unos 20 minutos desde el inicio, el camino asciende ligeramente hasta alcanzar una breve pradera en donde encontraremos un refugio  que podríamos utilizar para refugiarnos en caso de un cambio repentino del tiempo. A la entrada del refugio un cartel nos avisa que esta prohibido pernoctar salvo caso de urgencia. A espaldas del refugio, a unos 50 metros, podremos visitar a un viejo venerable!! Un ejemplar de castaño de mas de quinientos años que mantiene parte de su majestuosidad. Su estado de conservación no es ideal, pero ahí sigue rebrotando de sus raíces y sumando mas años a su historia. Dentro del bosque podremos observar algún que otro ejemplar de castaño que rebasa los cien años en buen estado y con todo su porte intacto, pero también otras especies como, robles, servales, acebos y pinos. Hacia la mitad del recorrido encontraremos que el camino llega a una zona mas o menos despejada, a un claro tapizado de hierba. Un buen lugar para hacer un alto a la sombra de algún castaño para tomar algo.
En este lugar el camino gira ciento ochenta grados y se dirige hacia el inicio de la ruta pero manteniéndose a mayor altura que en la primera parte, atravesando el bosque por la mitad. Solamente habrá que estar atentos en una zona en la que la senda se bifurca. En este punto observaremos como las balizas marcan el camino correcto que es el de la derecha que sube ligeramente, haciendo una "S". Por ultimo el camino toma una buena pendiente hacia abajo para volver a juntarse con la primera parte de la ruta. Hay que tener un poco de cuidado de no resbalar, en tiempo seco por lo polvoriento del camino y en invierno por que estará un poco embarrado. Como dije al principio en poco mas de una hora habremos completado el camino circular, algo mas si hemos parado a la mitad para comer algo o para que los enanos retocen. Seguro que habremos disparado alguna foto para enmarcar en un lugar mágico como este y que nos llevaremos de recuerdo, además de alguna que otra castaña en otoño. Es importante recordar otra vez, que la época de mayor esplendor del castañar es precisamente el otoño, cuando mucha gente se acerca a coger castañas o disfrutar de los colores con los que se tiñe el bosque. Se suele saturar de visitas y el ayuntamiento regula el acceso como pasa en el hayedo de Montejo o en la Tejera Negra, así que es conveniente llegar pronto si queremos aparcar el coche sin problemas.


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