jueves, 19 de mayo de 2011

La niebla

Sea uno senderista o montañero, uno de los "accidentes" meteorológicos al que con gran probabilidad, nos hemos tenido que enfrentar alguna vez o si no, lo haremos tarde o temprano, es la niebla. Este fenómeno es temido y muy mal compañero en la montaña o en el campo. Al hacer una salida fuera de la gran ciudad, lo frecuente será que tomemos precauciones para realizar nuestra actividad sin correr riegos innecesarios. Pero si, por las circunstancias que sean, aparece la niebla, deberemos extremar esas precauciones para evitar una buena cantidad de riegos.

La niebla no es más que aire saturado de vapor de agua. Éste comienza a condensarse cuando alcanza lo que los meteorólogos denominan el punto de rocío. El tamaño de las gotas que se forman es tan diminuto, que con facilidad se formará una nube a ras de suelo. Este fenómeno es bastante frecuente en montaña. Y podemos decir que independientemente del tipo de niebla que sea, su presencia constituye un gran inconveniente.

El mayor peligro que implica la niebla es la pérdida de nuestro campo de visión. Esta perdida de campo de visión nos hará perder las referencias visuales de la topografía que conocemos o identificamos en los mapas. Tampoco podremos ver la roca, árbol, o cualquier otro objeto que tenemos almacenado en la memoria, desde el cual podemos situar el inicio de otra senda o camino y que solemos utilizar para orientarnos. En situaciones como esta, nada colabora con nosotros a la hora de orientarnos, es fácil perderse y extremadamente sencillo despistarse. Entonces es cuando uno debe mantenerse centrado para evaluar la situación y con la cabeza fría para poder tomar decisiones, cuanto mas, si por una de esas hemos salido con mas gente y encima somos los que guiamos al grupo. La presión por no equivocarnos es importante, nadie quiere extraviar a su grupo. No obstante la posibilidad de que esto ocurra esta presente.

Así que es importante tener muy en cuenta, tener grabado a fuego en la memoria, que:
  • Si estamos en un sendero o camino, no nos debemos salir de él bajo ningún concepto. 
  • Si algún individuo tiene que separarse del grupo, nunca lo haga demasiado, a ser posible dentro del alcance de visión, si no las posibilidades de quedar aislado son importantes. Y por supuesto esperar a que regrese al grupo, no hacer caso de la típica frase, "tirar que ahora os cojo". 
  • Hay que recordar que con la niebla se ve afectado no solo la vista si no también el oído, que es tan útil como la vista para situar los objetos que nos rodean, los sonidos se amortiguan y es mas difícil localizar de que lugar nos llegan. 
  • Si por las características de la ruta que estamos recorriendo, no nos desplazamos guiados por sendas o caminos, las posibilidades de extravío aumentan considerablemente. Es mejor esperar a que la niebla desaparezca. 
  • Si esta no tiene pinta de desaparecer, y no tenemos perfectamente claro por donde continuar, es mejor no hacerlo y regresar volviendo sobre nuestros pasos. La montaña no se va a mover de sitio y siempre una retirada a tiempo es una victoria. 
  • Si esto es imposible y como decimos no podemos esperar a que la niebla se diluya o desaparezca, lo recomendable será seguir el curso de un arroyo hacia el valle que nos permita perder altura y por lo tanto salir del banco de niebla o incluso llegar a una población. 
  • Si esta niebla nos sorprende con el terreno nevado, perderse no es una posibilidad es, en un 99% de los casos, perderse seguro. En esta circunstancia todo lo que nos rodea es blanco, es como estar rodeado de la nada. Ni que decir tiene que si con niebla los sonidos se amortiguan, con niebla y nieve si guardamos silencio, realmente podremos experimentar el vacío mas absoluto. Solo roto por el movimiento del aire. 
  • Si no somos los guías experimentados de la excursión, debemos pensar en que la persona que nos hace guía, aun no siendo profesional, ha preparado la salida y con probabilidad es el que mejor conoce la zona, este deberá tomar decisiones que no serán del agrado de todo el mundo, pero deberemos, entender y respetar sus decisiones tomadas por el bien de la mayoría. Suya es la responsabilidad del grupo y nadie quiere tener un percance teniendo personas a cargo.


Es importante recordar las recomendaciones generales de seguridad en montaña y sobre todo planear las rutas a conciencia. No vale solo con leer por donde vamos a ir o mirar el mapa en casa. Si no conocemos la zona es importante llevar la información necesaria con nosotros, para poder hacer frente a cualquier eventualidad, como es el caso de la niebla. Tener claros los lugares en donde poder refugiarnos, las vías de escape si las necesitamos y los peligros que nos podemos encontrar en cada caso. Y lo que creo que es de una importancia máxima. Estudiar siempre las condiciones meteorológicas con la antelación suficiente como para no llevarnos sorpresas.

Afortunadamente hoy en día todos disponemos de la posibilidad de comunicarnos prácticamente desde cualquier rincón del mundo. Así que, si nos vemos en aprietos, siempre queda la posibilidad de llamar al servicio de rescate, llamar al 112. Eso si, evaluando siempre la situación y no movilizando unos recursos que son limitados y con un coste elevado.
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Recomendaciones Generales de Seguridad

  • Nunca vayas solo. El grupo mínimo aconsejable son tres montañeros.
  • Planifica tu excursión: mapas, libros, experiencias anteriores, localización de refugios o lugares donde resguardarse si bajan mucho las temperaturas, ten en cuenta las horas de luz disponibles, poniendo especial cuidado en invierno donde dichas horas se reducen, procura madrugar para aprovecharlas al máximo, etc…
  • A la hora de planificar una marcha o excursión, escoged un nivel de dificultad adecuado según la preparación de las personas que asistan.
  • Deja dicho a la familia o amigos donde vas, indicándoles horarios, itinerarios, posibles refugios, etc…
  • Infórmate de la predicción meteorológica y de avalanchas de la zona antes de salir.
  • Un móvil es sinónimo de aviso rápido.
  • Lleve siempre equipo suficiente para sobrevivir: vestimenta apropiada, dispuesta preferentemente en varias capas, que proteja del viento y resistente al agua, usa guantes, bufanda, gorro que proteja las orejas o pasamontañas, media o calcetín de lana encima de otro de algodón, botas de montaña impermeables y gafas de ventisca, alimentos, saco de dormir. Tenga en cuenta que los cambios bruscos de tiempo son frecuentes en la montaña. 
  • Prepara y cuida tu equipo con esmero.
  • Presta atención y respeta los carteles y señalizaciones sobre riesgos, así como las indicaciones de servicios de emergencia y del personal de las estaciones de esquí.
  • Evita caminar sobre hielo o mojarte.
  • Consume alimentos ricos en hidratos de carbono y grasa (chocolate, frutos secos, embutidos…).
  • Disfruta intensamente, pero con prudencia y paciencia.
  • En los barrancos estate atento a las tormentas y en invierno lleva siempre pala y localizador, radio-baliza.
  • Realiza cursos de primeros auxilios y formación técnica.
  • Al principio, y hasta que cojas la debida experiencia y conocimiento técnico, procura unirte a compañeros experimentados. Si quieres ir tranquilo déjate guiar por un profesional.
  • No tenga prisa por subir; no llegues nunca al agotamiento, come y bebe con frecuencia. Descansa de vez en cuando en lugares abrigados.
  • En las zonas fáciles también existe peligro. No abandones su seguridad. Ten cuidado cuando desciendas en rápel. Presta atención y respeta las indicaciones de los carteles sobre riegos de la montaña.
  • Cuando alcances la cima piensa que la excursión termina en el valle. Guarda fuerzas para la bajada. Muchos accidentes en montaña se producen durante los descensos cuando la persona se relaja y pierde la concentración o cuando se va justo de fuerzas.
  • Antes de iniciar una salida nunca tomes alcohol o cualquier otra sustancia que te impida mantener tu mente completamente despejada. La bota de vino y demás, no es compatible con el montañismo y alpinismo, aunque en algunas personas esté ya muy arraigada.
  • Aprende siempre a renunciar. Si te encuentras con un paso comprometido para el que no estas preparado, ya sea física, técnica o psicológicamente, lo mejor y de más sentido común es dar media vuelta y volver en otra ocasión, cuando ya se esté preparado en todos los sentidos. Nunca seas un temerario y nunca te hagas el valiente en montaña.

EN CASO DE ACCIDENTE:

Mantén la serenidad, asegura al herido y practica los primeros auxilios. Para ello y siempre teniendo en cuenta el estado del mismo debemos de realizar lo que se denominan las "5 R":

REPOSAR
REHIDRATAR
REALIMENTAR
RECALENTAR
RECONFORTAR

Piensa en el aviso más rápido, móvil, refugio, radio,etc...
No dejes solo al herido. Si no hay otra opción: abrígalo y deja comida y líquido.
Señala el lugar para localizarlo después.

Informa a los Grupos de Socorro sobre:
1º- Descripción del accidente, número de heridos, lesiones y gravedad.
2º- Cuándo y dónde ha ocurrido. GPS o referencia del lugar. 
3º- Condiciones metereológicas. 
4º- Lugar desde donde se da el aviso. 
5º- Nombre de los accidentados o desaparecidos, itinerario previsto, experiencia en montaña, material y vestuario que llevan, etc... 

Son recomendaciones que hace la Guardia Civil, extraídas de la página oficial y aportes recopilados de otras páginas que tratan el tema de la seguridad.
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miércoles, 18 de mayo de 2011

Zapatero y compañia

El Pico Zapatero es el pico más alto de la Paramera de Ávila. Visto desde su vertiente Norte, desde la fosa del Valle de Amblés, se observan claramente varios picos que destacan, que son el Risco Redondo 2.054 msnm, el Zapatero 2.160 msnm, Cancha Morena 2123 y el Risco del Sol 2.113 msnm, por ello llamados, en plural Picos Zapateros. A los que se añaden en la misma crestería, el Cuchillo 2104 y la Peña Cabrera 1997.

Tipo de marcha: Circular
Distancia: 21 Km
Desnivel acumulado: 870 m. de subida + 870 m. de bajada



Esta es de esas rutas que uno desea hacer cuando al anochecer ve en la lejanía, su llamativa silueta. En muchas ocasiones la he observado desde la localidad abulense de Navaluenga, casi por donde se escapa el sol para dejar paso a la oscuridad de la noche con un cielo repleto de estrellas. Si bien he de decir que ya había realizado una toma de contacto con esas cumbres relativamente "modestas". Hace algún tiempo subí uno de sus picos, la Peña Cabrera. Pero en aquella ocasión el ascenso lo comencé en el Puerto de Navalmoral y fue muy tedioso acercarse hasta la cumbre por una zona prácticamente plana. En esta ocasión la decisión era acercarme lo mas posible al pie de los picos, a la localidad de Navandrinal, a 3 km de San Juan del Molinillo. Desde allí la ruta parte de la "plaza del pueblo", único sitio que veremos lo suficientemente ancho como para dejar el coche. Hay que remontar el pueblo hasta localizar una gran antena de telefonía y una explotación bovina, de la que parte un camino bastante ancho que se dirige frente a los picos que vamos a ascender. Mi idea original, al plantearme la ruta era ascender al Pico Zapatero y si era posible hacer alguna cumbre mas. No conocía la zona lo suficiente y no sabía si podría hacer algo mas allá de la idea de partida. Así que con la idea de subir el Pico Zapatero, continué por la pista para llegar al arroyo que desciende la Garganta del Zapatero. La ruta continúa paralela al arroyo y va ascendiendo remontando la corriente.
Garganta del Zapatero
Aquí la ruta no tiene ninguna perdida, no tendremos mas que ir subiendo arroyo arriba hasta que lleguemos a un zona mas menos "plana" de prados verdes, si es que no hay nieve. Desde aquí ya adivinamos el collado llamado Portacho del Zapatero, pero nosotros no vamos a llegar hasta el, no es preciso. Desde esta zona de pradera y bajo los pies del Risco Redondo, parte una esquiva senda que siguiendo hitos de piedras nos llevará a la base de este primer pico. A estas alturas y por la vista que tengo de él según subo montaña arriba, no me veo con capacidad de subirlo, es una pared de piedra por la que no hay quien suba, quizá rodeandolo ofrezca otra cara mas fácil. La senda continúa, hasta que nos encontramos con el enorme bloque de granito. Ciertamente es posible subir, puede alcanzarse su cumbre de forma relativamente fácil mediante una trepada de unos 30 metros por un canalón de su cara este y una breve cornisa de la cara sur (II+). Divertido!!
Zapatero desde Risco Redondo
Primera cumbre del día y esto no ha hecho mas que empezar. Llevo una hora y media caminando, que es lo que me ha costado llegar hasta aquí desde el pueblo, y diviso con claridad la cumbre del Pico Zapatero. Próximo destino a la vista y ponemos rumbo a él. Lo único que me empieza a mosquear es el tiempo. La víspera, todas cumbres por encima de los 1.700 metros estaban cubiertas de nubes y en este momento asoman por la vertiente norte a lo lejos. Pero yo continúo decidido a alcanzar la cima. No tiene perdida tampoco, pues es visible todo el rato. Poco a poco nos iremos aproximando hasta llegar de nuevo a los pies de enormes bloques de granito por los que deberemos serpentear buscando los hitos de piedra que van marcando una trepada que asciende durante 25 ó 30 metros. La trepada va abrazando la montaña por la derecha hasta meterse en la cara sur antes de superar un último escalón de roca. Y, por fin, estamos en la cumbre del Pico Zapatero. Para mi desgracia, el último tramo lo hago en medio de la niebla, las nubes corrieron rápido empujadas por el viento que domina las cumbres y no veo na' Menuda leche!! Menos mal que de vez en cuando entre los jirones de nubes veo el pueblo y las cumbre mas cercanas. Aprovecho para comer algo que ya es hora, han pasado dos horas y cuarenta y cinco minutos. Es el tiempo que he tardado en llegar desde el pueblo. Momento de decidir que hacer. Para los que se conformen con haber ganado la cumbre, momento de dar media vuelta y regresar hacia el pueblo. Quedan unas dos horas de regreso y para un día está estupendo.


Vistas de Navandrinal desde Pico Zapatero


Pero no va ha ser mi decisión. No parece que las nubes traigan agua, veo bastante cerca el Risco del Sol, y estando tan cerca, no lo voy a dejar para otro día. Remataremos la faena, que si no, lo dejamos a medias y luego nos arrepentimos, por lo menos yo. Si nos decidimos por continuar como es mi caso, bajamos del Pico Zapatero y continuamos por la cordal en busca la siguiente elevación. Aquí la información toponímica es un poco ambigua, según el mapa que consultes aparecen unos nombres u otros. Pero hay una cosa clara, por lo menos para mi, hoy me subo cada pico que me encuentre en mi camino, se llame como se llame. Si analizamos la cartografía del IGN, vemos que la siguiente elevación tiene una altura de 2.122 msnm y aunque no se eleva mucho sobre el terreno colindante, esta de paso. La siguiente, que si esta nombrada por lo menos en la cartografía citada, es el Risco del Sol y sus 2.113 msnm. Si bien es de menor elevación que la anterior, su ascenso nos costará bastante mas. Debemos trepar, de nuevo, por enormes bloques de granito buscando el acceso mas fácil para lograr coronarlo. Hitos de piedra nos facilitan la elección del camino correcto. La cumbre es un poco escurridiza, pues tiene como remate, una zona con una cota muy similar haciendo de cresta rocosa, esto hará que busquemos el punto mas elevado hasta llegar a la conclusión de que se trata de un enorme bloque tan solo unos centímetros mas alto de lo de alrededor, al que no vamos a poder subir.
Cumbre del Risco del Sol
Yo me doy por conforme con el lugar alcanzado y al mirar el reloj, compruebo que solo a pasado media hora desde que partí del Pico Zapatero. Esto me anima, y decido continuar en busca del siguiente. Al final el tiempo me da tregua y solo se mantiene medio cubierta la cumbre del Zapatero. Decidido pues a continuar, bajo del Risco del Sol con cuidado de no tropezar, que el golpe es chungo y una vez a los pies de la mole, retomo el pequeño y a veces esquivo sendero indicado por hitos. La vista se pone ya en el siguiente promontorio rocoso, una zona ligeramente puntiaguda desde esta distancia, que seguro que en la cercanía se complica. Según cartografía, este mogote de piedra no tiene nombre, su altura es de 2.098 msnm, pero aquí he de decir que pasa un poco como en el anterior, la cumbre es difícil de determinar y complicada de ascender, como ya me imaginé. En algunos sitios consultados se la nombra como el Cuchillo, pero la información no es clara ni tan siquiera en cuanto a su altura, aparece también con 2.104 m. El caso es que si nos decidimos a intentar llegar a lo mas alto, es necesario trepar (III-) para poder subir la pequeña pared que nos vamos a encontrar, no apta para cardíacos, pues aunque tiene buenos agarres, es pared!! Yo me lanzo, decido subirla y ver que me encuentro arriba. Quizá pueda continuar por la cresta que seguro que se genera con los enormes bloques. Ya encima de un pedrusco que me ha costado un poco subir, compruebo que no se puede recorrer la cresta, pues entre bloques, existe una distancia lo suficientemente grande como para no poder alcanzar unos desde los otros. Me relajo en esta cima a contemplar el paisaje que es estupendo y comprobar el tiempo que me ha costado llegar hasta aquí. Cincuenta minutos han pasado desde que abandone la cima del Risco del Sol. Ya se van acumulando las "millas" y las horas de marcha. En la cuenta ya llevo cuatro cumbres y cuatro horas y media de pateada. Pero que vistas!!! Se ve el pueblecito de Navandrinal, como si fuera un toque de pincel en rojo sobre un cuadro de colores dominados por el verde y los grises verdosos del granito cubierto de líquenes, propios de esta zona. Un verdadero lujo para la vista, además se ve al frente toda la cuerda que se genera con la Sierra del Cabezo y la Sierra del Valle.
Cumbre del Cuchillo?
Toca de nuevo decidir que hacer, descender ya camino del pueblo o continuar y ascender la última de las cumbres que tengo a la vista, Peña Cabrera. Después de una corta evaluación de la situación, hora del día, condiciones climatológicas, nivel de cansancio, reservas de comida y ganas de subir otra mas, que además ya he subido anteriormente; decido que me da un poco de lastima no subir ya que estoy, el famoso "puesyaque", la cumbre del último pico relevante de la Sierra de la Paramera, estando tan cerca y siendo realmente fácil subirlo, por lo menos por esta cara. Miro nuevamente el reloj para anotar la hora, son las dos y media y me pongo nuevamente en marcha, camino de Peña Cabrera y sus modestos 1997 msnm. Ahora la senda desciende camino del Portacho del Cuchillo y la sigo entre retamas no perdiendo de vista los hitos de piedras. Llegar a la zona mas baja me lleva cuarenta minutos. En este collado nos encontramos con una de las pistas que, por la vertiente norte, recorren la montaña. Yo decido tomarla para facilitar la aproximación a Peña Cabrera, pues el entorno esta tapizado de retamas de una altura un poco incomoda para intentar atravesarla. La pista nos acerca a un pequeño promontorio en que están instaladas unas antenas de telefonía en dirección contraria a la cumbre, pero en seguida gira para enfrentarnos con la vista de esta cumbre. Como las anteriores, esta compuesta de bloques de granito y si ascendemos desde aquí, nos encontramos con un canchal de pequeños bloques del tamaño de ladrillos, por el que tenemos que subir. La subida es fácil, solamente la acumulación de horas en nuestras piernas será la que nos limite. Sin mas historia, me presento en esta nueva cumbre, eligiendo la parte mas alta subiendo a unas u otras rocas, pues no esta indicada como tal. He tardado otros treinta minutos desde el collado y después de realizar algunas fotos, una sobre todo, en la que se observan todos y cada uno de los accidentes coronados, doy por finalizada la parte en la que los ascensos priman sobre los descensos. Vamos que toca regresar al pueblo.


El Perfil recorrido con sus cumbres


Voy a bajar hacia el Portacho de Piedracanal para descender por el Arroyo de Piedracanal, en dirección a Navandrinal. Esta parte si me va a costar, descender ya con el tiempo que llevo, castiga mis piernas. Que poco me gusta bajar!!! Pero no valen lamentos, es lo que toca llegado este punto. Pasito a pasito voy perdiendo altura, a ratos atravesando retamas o sorteando pequeños bloques de granito. Saltando muretes de piedra, cruzo prados de hierba ya en la zona mas baja. Los prados, los arroyos y las acequias llevan mucha agua y en alguno meto los pies hasta dentro. Pero ya estoy casi en el pueblo y no reparo en mojar los pies, el caso es llegar cuanto antes por que estoy cansado ya de patear. Aun me queda, cuando me encuentro con el arroyo que desciende por la Garganta del Zapatero, ascender unos pocos de metros para alcanzar el camino en el que se iniciaba la ruta al comienzo de la mañana. Una vez superados esos metros, la pista nos conduce rapidamente al pueblo y cuesta abajo llegamos al aparcamiento en donde dejamos el coche. Total en el recuento de la jornada, cinco cumbres "modestas", 2054, 2158, 2113, 2098, 1997; siete horas y media de marcha, cuatro litros de agua, unas cuantas barritas, dos bocatas de lomo muy rico, las sensaciones y las preciosas vistas de las que he disfrutado. Altamente recomendable!! Y con la sensación de que seguro que lo repetiré, tal vez en una invernal.


miércoles, 4 de mayo de 2011

Pico de Lanchamala

El pico Lanchamala es el punto mas alto de la Sierra del Valle, prolongación oriental de la Sierra de Gredos con gargantas de aguas muy limpias y lugares increíbles donde alternan los prados y las huertas con vegetación frondosa de robles, fresnos, nogales y castaños.


Tipo de marcha: Circular
Distancia: 21 Km
Desnivel acumulado: 1250 m. de subida + 1250 m. de bajada


La niebla cubre la cumbre
Esta ocasión el objetivo era ascender al único pico de la Sierra del Valle que sobre pasa los dos mil metros, el Pico de Lanchamala. Consultando previamente en Internet, vimos que muchas de las rutas partían de la localidad de Piedralaves, nosotros decidimos ascender desde Navaluenga por la cara norte de la sierra. Además quisimos realizar una ruta que dejara lo antes posible los innumerables caminos que rodean el lugar y ascender en la medida de nuestras posibilidades por sendas o incluso campo a través. Así que partimos de la plaza del pueblo de Navaluenga a eso de las diez de la mañana en dirección al puente que data del siglo XVI, de trazas renacentistas que rememora la vieja escuela romanay que cruza el río Alberche. Nada mas cruzar el puente, debemos continuar por la calle que sale frente al puente. 
Cruzando el puente
Esa calle se convertirá, llegado al final, en un camino que pasa delante de una enorme casa rural que esta prácticamente construida sobre una roca. Este camino hay que seguirlo hasta llegar al Cerro de la Bujera, que es así como esta nombrado el los mapas del IGN, en él estaremos en eso de quince minutos desde la plaza del pueblo. En este punto vemos con claridad hacia nuestra derecha, la larga loma que debemos ascender camino del Risco del Cuervo. Este inicio de subida es un poco duro pues ganamos trescientos metros de altura rapidamente, pero se relaja en cuanto cogemos la cuerda de la loma. Nosotros tardamos unos cuarenta minutos en coger el llano de la cuerda. Una vez en la cuerda continuaremos por ella con la vista puesta en la pirámide que vemos en el horizonte, el Cerro del Chamuzo con sus modestos 1.568 msnm. Llegar a ella no nos costara mucho físicamente, y en tan solo veinte minutos de caminata y sin mucha dificultad ascendemos Cerro del Chamuzo. Hemos elegido un día en el que nos encontramos las cumbres cubiertas por la niebla, pero tenemos la esperanza de que esta se disipe a medida que vaya levantando el día. Por el momento no vemos nada por encima de los 1.600 metros.
Mi compa, Hugo
Una vez superado este pequeño pico, continuamos hasta llegar al collado que hay antes de comenzar con el ascenso de los últimos quinientos metros que nos separan de la cumbre del Pico de Lanchamala. En el collado hacemos una pequeña pausa para comer algo y coger fuerzas para remontar esos metros que nos faltan. Es la una del medio día, llevamos tres horas de marcha y las nubes no levantan, parece que no nos va a quedar mas remedio que meternos en la boca del lobo. Después de hacer esa pausa para tomar algo, nos ponemos en marcha con la firme decisión de hacer cumbre como sea, con niebla o sin ella. Así que nos ponemos en marcha subiendo en dirección a la cumbre que apenas si hemos vislumbrado, en un pequeño claro entre las nubes. Los primeros metros son duros, pasando entre retamas y mojando la ropa con los goterones que han recogido las plantas con el movimiento de las nubes. Pero poco a poco vamos ganando altura y los metros hasta la cumbre se van reduciendo. En nuestra mente da vueltas la idea de no poder disfrutar de las preciosas vistas, una lastima. La niebla definitivamente no levantará, las nubes están como prendidas de la montaña y el aire no las mueve. Los últimos metros son de rocas del tamaño de un seiscientos, así que nos toca trepar entre ellas con pies y manos.
Este soy yo, jeje!!
A las dos y veinte estamos pisando la cumbre, por lo menos eso dice el GPS, por que no vemos mas allá de los cinco metros, sabemos que el vértice geodésico está en uno de los picos de los que consta la cumbre pero no lo vemos. Solo vemos que el aparatito nos dice que estamos a 2.002 metros, por lo tanto no hay mas que subir, intentamos localizar el vértice que esta situado, por lo menos eso dice el mapa, a 1.994 msnm. Pero no hay manera, no conocemos la cumbre y nos da un poco de respeto la niebla, no nos apetece desorientarnos, cosa bastante fácil y dar vueltas en redondo para acabar perdiendo el camino de regreso. Así que renunciamos a la idea original de hacer parte de la cuerda hasta el Puerto de Piedralaves y decidimos bajar lo mas rápido posible. Ya no tiene sentido pasar mas tiempo allí arriba, hace un poco de fresco y vamos con la ropa un poco justa, por lo menos yo. Miramos un poco el mapa y ponemos rumbo hacia la garganta que hemos ido viendo durante la primera parte de la subida, para bajar por ella directamente. Será rápido seguro, pero también tendremos que tener cuidado con los resbalones pues está todo completamente empapado con la niebla. Son las tres menos cuarto y ya vamos a toda maquina garganta abajo. En mucho sitios las retamas casi nos impiden el paso, pero las atravesamos a base de fuerza, tratando de no llevarnos demasiados golpes. Mas o menos en la cota de los 1.700 metros nos encontramos con unas inmensas placas de granito totalmente planas, el agua resbala por ellas a modo de cascada, imposible de pasar sobre ellas.
Son resbaladizas o tope, y un resbalón aquí nos mandaría unas buenas decenas de metros mas abajo dando tumbos. Tratamos de rodearlas, y nos toca atravesar enormes matas de brezo, bastante mas duras sus ramas, que las de las retamas. Aquí si que nos llevamos algún golpe que otro, todo resbala muchísimo. Logramos al fin pasar esta zona complicada y ya en la parte de abajo, disfrutamos de las cascadas que se van formando de toda el agua que cae. El valle ya se ve mas cercano y aunque todavia nos queda un buen rato, por lo menos nos hemos quitado de lo dificil, ahora solo andar valle abajo. En una hora y cuarto estamos ya pateando  una pista forestal que nos bajará hasta el pueblo. La pista ya no tiene perdida ninguna, asi que nos relajamos y vamos comiendo algo mientras charlamos sobre el palizón que llevamos encima, la bajada por la garganta nos ha dado cañita de la buena, 700 metros en hora y media con un poco de lluvia incluido.
A las cinco y cuarto estabamos ya en el pueblo con los pies descansando en las frias aguas del Alberche. Lastima que las nubes no nos dejaran disfrutar como hubieramos querido del día pero que le vamos a hacer, es lo que tiene la primavera. Otra vez será. Yo pienso repetir.





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