domingo, 9 de enero de 2011

Monte Perdido

Monte Perdido es el macizo calcáreo más alto de Europa. Su pico más elevado es el Monte Perdido con una altitud de 3.355 metros sobre el nivel del mar.


Tipo de marcha: Ida y vuelta
Distancia: 55 Km
Desnivel acumulado: 2355 m. de subida + 2355 m. de bajada

Valle de Ordesa
Esta ruta sería nuestra primera incursión en el valle de Ordesa. Nuestro propósito inicial conocer el valle y si es posible ascender la mítica cumbre de Monte Perdido. Preparamos esta marcha con la intención de dormir en el refugio de Góriz para desde allí intentar el ascenso a la cumbre. Nos desplazamos a la localidad de Torla y llegamos allí un jueves con la noche recién llegada. Arrancamos la ruta desde el mismo pueblo y cogiendo el camino que lleva a la pradera de Ordesa, lugar donde normalmente te deja el autobús que hace el recorrido desde el pueblo hasta el interior del Parque Nacional, por el camino de Turieto. El camino avanza por la margen derecha del río Arazas durante 7,5 km, a través de bosques densos de pino silvestre, haya y abeto. Esta ruta no presenta ninguna dificultad y es accesible para prácticamente todo tipo de excursionistas. La ruta está muy marcada por transitar por tramos de pista forestal y camino acondicionados y balizados como GR, con marcas rojas y blancas. Ataviados con nuestros frontales y deduciendo el camino en alguna que otra ocasión, llegamos en dos horas y media y sin ninguna complicación, a la pradera de Ordesa. Hacer este recorrido por la noche nos permitió ver luciérnagas, algo que ninguno de nosotros había visto nunca. Al llegar a la pradera, montamos un campamento improvisado entre los árboles y pasamos la noche al raso, en espera de la luz del amanecer. La noche fue bien, algún que otro ruido que a alguno le incordió un poco mientras dormía y con la fresca levantamos el campamento y pusimos rumbo al refugio de Góriz. La ruta para este día no tiene perdida, su recorrido discurre por un camino ancho, antigua pista forestal.
Gradas de Soaso
Está perfectamente balizado en todo su desarrollo al corresponder con una GR, con sus características marcas rojas y blancas y mantenerse en perfecto estado gracias al personal del Parque Nacional. Se trata de una ruta apta para todas las personas con aptitudes para caminar. Las vistas más espectaculares de este camino son las que se tienen de las cascadas y zonas de rápidos del río Arazas, conocidas como la Gradas de Soaso. Una vez superadas las Gradas de Soaso, el camino continúa hasta llegar a la cascada llamada Cola de Caballo, que es el punto más visitado del Parque Nacional, ya que se tardan tres horas desde el aparcamiento de la pradera. Las vistas del cañón desde la Cola de caballo son fabulosas. Ahora nos queda remontar el Circo de Soaso para llegar al refugio de Góriz.
Cola de Caballo
Para salvar el desnivel del circo y subir al refugio hay dos posibilidades. Para las dos tenemos que cruzar el río Arazas por un puente de madera, y seguir por un camino que asciende a la pared que hay a la derecha de la Cola de Caballo, la primera opción será trepar por las Clavijas de Soaso, que remontan la pared mediante unas barras de hierro clavadas en la piedra y ayudados por una cadena. La otra opción lleva más tiempo, pero no tiene ninguna dificultad, y hay que seguir por el sendero que hay a la derecha del puente de madera y que se dirige mucho más a la derecha de las clavijas. Una vez superado este tramo del Circo de Soaso, seguimos un sendero bien marcado y con buenas indicaciones que en cuatro horas nos lleva al refugio de Góriz o Delgado Úbeda. Este refugio a 2.200 msnm, es la base para la subida al Monte Perdido por la cara sur, vía que tenemos pensada utilizar para ascender a la cumbre.
Refugio de Góriz
Como nosotros tenemos tiempo por delante, decidimos pasar la tarde en las inmediaciones del refugio, montar la tienda que llevamos y dejar la tarea del ascenso a Monte Perdido para el día siguiente. La zona está a tope, muchas tiendas y el refugio completo, imaginamos que la subida estará concurrida y vamos pensando en darnos un buen madrugón para subir con las primeras luces del alba. Disfrutamos de la preciosa puesta de sol y después de cenar algo nos fuimos a echar un sueño, el despertador sonará sobre las cinco y hay que aprovechar el tiempo. Arrancamos la dura jornada del sábado en plena noche y un reguero de frontales nos indica el camino de ascenso que en tres horas nos llevará a la cumbre. Nada más salir del refugio nos dirigimos hacia la derecha para salvar las primeras rampas de la ascensión. Luego hay que seguir la senda que tuerce hacia la izquierda, subiendo por debajo de la Punta de las Escaleras, hacia la Ciudad de Piedra y el Lago Helado. Tras un buen rato caminando nos enfrentamos a una pared que con una pequeña trepada, nos dará acceso a la Ciudad de Piedra. Vamos a rodear los enormes bloques de piedra pegándonos a la pared de la derecha, algunos bloques tienen un tamaño descomunal. Después de pasar esta zona se llega a un collado desde el que se puede ver el Lago Helado, y desde sale el sendero para ir a Pineta y para subir al Cilindro de Marboré. Hacemos un pequeño descanso y vemos con atención lo que nos queda por delante, la famosa escupidera, que a pesar de que no conlleva ninguna dificultad técnica, es temida y respetada por todos los montañeros que ascienden en invierno, si aún les queda un gramo de cerebro y cordura.
Lago Helado
Desde el Lago Helado y hasta la cima del Perdido tendríamos que enfrentarnos a un desnivel de 375 metros. Así que no lo dudamos más e iniciamos el ascenso por la escupidera, al inicio sobre una cresta de rocas con una fuerte inclinación y luego a través de una infernal pedrera que nos hace caminar como el caracol que avanza dos pasos y retrocede uno. La piedra esta tan descompuesta que es como si las hubieran dejado allí amontonadas sin más. Una vez superada la pedrera se llega hacia un pequeño collado llamado el hombro, que da paso a la cima en 10 minutos. A eso de las nueve de la mañana el Monte Perdido con sus 3.355 msnm, nos regalaba sus impresionantes vistas con un frío bueno a pesar del sol que hacía. Las consabidas fotos para inmortalizar el momento y parada para repostar e ir pensando en la bajada, los 2.000 metros de desnivel que nos separan de la pradera van a poner a prueba nuestras piernas seguro.
Monte Perdido desde Lago Helado
Después de la pausa y de haber disfrutado de tan bella cumbre, ponemos rumbo al refugio para recoger los bártulos y llegar a la pradera a una hora decente como para poder montar un pequeño campamento para pasar la noche. El regreso se nos hizo bastante duro y la llegada al aparcamiento fue una prueba de resistencia para nosotros, los 1.100 metros que habíamos ascendido por la mañana mas los 2.000 de descenso nos dejaron las piernas molidas. Menos mal que el descanso nocturno, nos recompuso lo suficiente para descender en la mañana del domingo los 4.00 metros que nos quedaban hasta Torla. Objetivo conseguido, paliza gorda por las siete horas del viernes y las doce del sábado, pero felices por el logro.






jueves, 6 de enero de 2011

Morra de Lechugales

La Morra de Lechugales es una montaña española, de la región de Cantabria, que constituye el punto culminante del Macizo Oriental (o de Andara) de los Picos de Europa.
La ruta más sencilla para acceder a su cumbre se realiza desde el norte, partiendo del pequeño puerto de montaña llamado Jito de Escarandi, entre los pueblos de Sotres y Tresviso. La ascensión no presenta grandes dificultades, exceptuando una pequeña parte de unos seis metros en su tramo final en la que se requiere un poco de pericia para ascender los últimos metros por una pequeña pared superando un paso de escalada de grado I. Para los no iniciados o más aprensivos puede ser interesante asegurar los pasos más complejos o expuestos con una cuerda auxiliar de 7-8 mm., especialmente en el descenso. También se recomienda su uso con nieve o hielo o para asegurar la progresión glaciar. El subnivel superior puede incluir algunos parajes más verticales (II), por lo que puede ser adecuado el descenso en rappel.

Tipo de marcha: Ida y vuelta
Distancia: 14 Km
Desnivel acumulado: 1144 m. de subida + 1144 m. de bajada

En esta ocasión como veis, el propósito es ascender el pico mas alto del macizo Oriental en Picos. Partimos uno de esos días en los que la niebla nos rodea nada mas aproximarnos a la montaña. Dejamos los coches en el collado y nos pusimos en marcha con la previsión de buen tiempo y con la esperanza de que se cumpliera y saliera un buen día para caminar. La subida se inicia por una pista de tierra muy ancha que sin ningún problema nos lleva en poco mas de una hora al Casetón de Andara a 1.725 msnm, lugar en donde encontramos el refugio de Andara, que normalmente en verano tiene guarda. En la subida hemos ido dejando la niebla abajo, aunque nubes altas un poco negras nos siguen amenazando, seguimos adelante confiando en que no descarguen. Al aproximarnos al refugio una vagoneta antigua de las utilizadas en la mina nos recuerda el pasado minero de la zona. En este punto vamos a abandonar el camino, este rodea los Picos de Macondíu, nosotros ponemos rumbo al Collado de la Aldea, remontando un sendero a la espalda del refugio. Al llegar al collado, giramos a la izquierda en dirección a las Minas de la Providencia, la senda sube por el contrafuerte que separa las dos zonas mineras que vemos al ir ascendiendo, unas a la derecha, Minas de Mazarrasa y a la izquierda, las de la Providencia que citamos antes. Podemos ver también restos de las construcciones que daban cobijo a la población de mineros. Alcanzamos el Pico del Castillo del Grajal y continuamos hacia el Collado del Mojón con sus 2208 msnm. Al collado llegamos una hora y media después de salir del refugio de Andara, ya llevamos dos horas y media desde que aparcamos los coche en Escarandi. Las nubes no se han retirado ni mucho menos y en la lejanía escuchamos algún que otro trueno amenazador, el que ha salido por Picos sabe lo peligroso de las tormentas en la zona, vamos que te cae un rayo por menos de nada. Pero no nos vamos a desanimar todavía y menos ahora que estamos cerca de la cumbre, lo peor de la subida ya lo hemos hecho nos hemos quitado 900 metros de desnivel y solo nos quedan 240 hasta la Morra.


Las vistas desde el collado son espectaculares, vemos la enorme Canal de Arredondas, y proseguimos nuestro camino sin perder altura rodeando el Pico del Grajal de Abajo hasta la Horcada de la Arredondas. Ahora tenemos que bordear el anfiteatro de la Hoya del Evangelista, bajo los pies del Pico del Jierro hasta llegar al collado situado a 2389 msnm entre este pico y la Silla del Caballo Cimero. Nosotros no nos encontramos casi con nieve, pero si que nos toca atravesar algún nevero que nos hace pensar en lo que puede complicarse este paso que bordea la hoya en pleno invierno con sus paredes tan inclinadas. Desde el collado ya tan solo nos queda aproximarnos a la base de la Morra de Lechugales para dejar los bartulos y subir cómodamente los pocos metros de trepada que nos quedan para la cumbre.
Ya en la cima, las consabidas fotos y el ultimo calculo de tiempo, hemos tardado en total cuatro horas en subir y además no lo hemos hecho todos, comenzamos el ascenso cinco y por el camino se han quedado dos. Los truenos en algún momento les parecieron demasiado cercanos y ante la posibilidad de que nos partiera un rayo, decidieron regresar y solo subimos los mas colgaos. Pero vamos, como se ve en las fotos, el sol nos recibió en la cumbre sin mas historia. Ahora nos queda regresar para contarlo, para escribirlo y para mojarnos que no todo iban a ser bondades. En el camino de bajada las nubes se volvieron a echar sobre nosotros y descargaron con fuerza durante un rato. Pero solo fue un chaparrón y al pasar el sol nos dejó secar la sopa mientras caminábamos en busca del coche. Tres horas para bajar y fin de la película, total siete horas de pateada por los montes y 1.144 metros de desnivel.





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